martes, 11 de noviembre de 2008
Fin de semana
El fin de semana pasado, empezó desde el jueves, primero el concierto increíble de Los Fabulosos, buen espectáculo de luces y ni hablar del sonido, además el escenario estaba decorado con unas ilustraciones poca madre del Dr. Alderete, del cual somos fans mi esposo y yo, aunque cuando lo vemos, nos hacemos los tops y no le decimos, de por sí, ya está muy crecidito, con eso de que los fabulosos le dan 'all access' y le dedican una canción, joder, qué envidia.
Bailamos hasta que los órganos internos perdieron su lugar, volví a fumar (nomás un cigarrito, pos es que ya tenía como dos años que no tocaba uno), como siempre, me llevo mi celular, labello, licencia de conducir y una chamarrota que me da calor, ash, la tengo que estar cargando todo el rato, olí miles de olores que se ponían frente a mi nariz, de repente huelo a sudor, como de adolescente después del recreo, me muevo a otro lado, shampoo sedal, del que es para rizos perfectos, ay, esos chinos se restriegan en mi cara, me muevo otra vez, perfume barato de flores de xochimilco, o quién sabe de donde, pero qué feo huele, mejor me muevo, no vaya a ser que se me impregne el olor en la ropa, decido por último irme hasta atrás, de cualquier forma, estamos hasta abajo y los veremos bien de donde sea, pa qué tanto apretujadero.
Desde donde lo veas, Vicentico aparece con una panza gigantesca que no se le ve mal, es más, hasta me gusta, al principio se les ve con hueva, pero como avanza la noche y los jack's daniel's se prenden ellos y también la gente, entre la cual me incluyo.
Me emocioné tanto de verlos, casi como con Calamaro.
El viernes Plastilina Mosh en el covadonga, barra libre de tequila y aunque no son muy fan del tequila, me atasco cuatro, pos es que son gratis y como voy a desperdiciar, pos no. estamos justo a dos personas del escenario, salen con los plastilinos unos raperos de Monterrey, una chica rapera con trenzitas, sudadera y pantalones guangos, paliacate en la cabeza como de negro fumacoca, diría mi esposo, pero la niña es más rubia, que la mismísima rubia superior, se mueve como negra pero canta como blanca.
Mi esposo es bien fan de plastilina, pero me dice a medio concierto: Vámonos, que mañana me tengo que levantar temprano.
¿Que queeeé? Tarás loco, le digo, yo no me voy hasta que se acabe.
Nos fuimos antes de que acabara, pero ya se habían despedido y son las dos y media, recuerdo que tengo un hijo que se despierta a las seis y mejor si nos vamos, ya pensándolo bien. Apenas nos estamos reponiendo, pues a mi edad, como que ya no aguantas la fiesta como cuando tienes 18.
¡Qué buen fin de semana!
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2 comentarios:
Sensacionales los FABULOSOS, me encantan (en Provincia, luego nos tienen olvidados estos conciertos).
En cuanto a los olores y más olores...jajaja (como me has hecho reír), sucedía igual en el colegio después del recreo, ay!! que mis compañeros deportistas llegaban igual de olorosos... guach!!
¡Saludos!
los fabulosos, pues... son fa-bu-lo-sos!!!
que rico escribes :)
saludos muchos desde el norte
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