martes, 7 de octubre de 2008
Hombre en el parque
Fui a pasear con mi hijo al parque que tanto le gusta, hay juegos para niños pequeños y se divierte de lo lindo, mientras me trae de un lado a otro como si fuera su juguete favorito, un papá que cuidaba a su hija mientras leía un libro para aprender inglés (me hizo pensar que realmente no estaba cuidando a su hija) me miraba constantemente, hasta llegué a pensar que no tenía hijos y que iba al parque a ligarse con madres solteras, las cuales pululan en el parque, buscando algún papá soltero con quien liarse, bueno, me miraba, me miraba, me incomodó, pero yo seguí jugando con mi hijo, de una resbaladilla a otra, de los columpios al volante de coche, de las abejas a las resbaladillas, el hombre seguía mirándome de reojo, hacía como que leía su libro, me puse nerviosa, quería irme, pero me quedé de ver con un amigo en el parque para ir a comer, no falta tanto para que llegue, pensé, me espero un rato, total que puede pasar, no pasa de que me hable o algo así, luego me entro la paranoia que siempre he tenido de sentirme perseguida, y pensé: y si es un secuestrador, o si está loco y me quiere hacer algo malo, ay. Cada vez estaba más nerviosa y al pendiente de su mirada, me fui lo mas lejos que pude del hombre y me senté en un columpio con mi hijo y me columpié ansiosa por la llegada de mi amigo, el hombre se acercó y se puso en un columpio al lado nuestro, empecé a transpirar y pensaba: que no nos haga nada malo, por favor. Me columpiaba mientras abrazaba fuerte a mi hijo, en eso, veo una mano que me saluda a lo lejos, era mi amigo, que tranquilidad, tomé a mi hijo, la carreola y mis cosas y me fui lo más pronto posible a encontrarme con él, no pasó nada y ahora pienso que tal vez fue sólo paranoia mía, quizás el hombre me encontraba atractiva, o le gustaron mis tenis, o le llamó la atención mi bolso y quería saber donde lo compré, quien sabe y nunca lo sabré, que alegría.
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1 comentario:
me encanta cómo narras. en serio. la próxima vez, le llamas a un policía y listo.
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